sábado, 25 de febrero de 2012

Un gran discurso

Con mucho retraso muy a mi pesar, me pongo directo con la reseña de lo último que he visto. Casi con una semana de retraso si...  pero, total... llevaba dos años para ver una película, así que no hay prisa.

Total, el tiempo no existe.

Nº 7: The King's Speech (V.O.S.E.) (2010)

Con mucho retraso y tras varios intentos fallidos, por fin tuve el placer de ver The King's Speech; película ganadora del Óscar a la mejor película (entre otros 3 premios más) del 2010. Quería comprobar si era cierto o no, ya que en su día, vi la que fue para mí la mejor película del 2010 pero igualmente quería comprobar si yo estaba en lo cierto o no.

The King's Speech, si es que hay alguien que aún no sepa de lo que trata, narra la historia del rey Jorge VI de Inglaterra, de cómo ascendió al trono casi sin comerlo ni beberlo y de su terrible y fatídico problema de tartamudeo. Un problema, que se acentuará más cuando tenga que dar, posiblemente, el discurso más importante de su vida, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Para poner remedio a ese problema, contará con la ayuda de un logopeda algo fuera de lo normal, quien con el paso del tiempo, se convertirá en algo más que eso...

Se trata de una película 100% de interpretación, donde el argumento, si bien está presente, queda relegado a un segundo plano ante la sensacional interpretación del tándem rey y logopeda (genial Colin Firth pero gigante Geoffrey Rush) quienes con la inteligencia y elegancia de los diálogos, su simple presencia y sus maravillosas interpretaciones, hacen que ya la película de por si, merezca la pena.

A parte de la pareja de actores, mención especial también para los secundarios, los cuales están genial en sus respectivos papeles destacando por encima de todos a Timothy Spall en su papel de Winston Churchill, quien no hace nada en especial, pero es genial su interpretación del primer ministro.

Por lo demás, no mucho más que destacar ya que, como dije en un principio, se trata totalmente de una película de interpretación, por lo que, si alguien quiere ver una buena lección de buen cine, de un trabajo excepcional de actores a quienes se les saca el máximo partido y una buena prueba de cómo hacer un guión redondo, que no lo dude, y se disponga a disfrutar de 120 minutos de buen cine.

Como siempre, pero en este caso, 100% imprescindible ver su visionado en versión original.

Brillante.

8/10


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