lunes, 3 de enero de 2011

Año Nuevo, lista nueva!

Estamos en un nuevo año y el reto propuesto y a la par imposible de ver tantas películas como días tiene el año no pudo ser. Finalmente el reto quedó en la nada despreciable cantidad de 54 películas vistas en un año, algo muy lejano a la meta marcada, pero sin embargo ha servido para alimentar mi vena cinéfila y hacer algunos grandes descubrimientos.

Así pues, un nuevo año se nos ha echado encima y por tanto, un año lleno de cine está por delante, en el que me he propuesto ver muchos clásicos básicos que nunca he visto, pequeñas joyas por descubrir y los mejores blockbusters que están por caer en este año, que acaba de comenzar.

Sin ir más lejos, ayer, en medio de un día que no debió existir, laboralmente hablando, pude comenzar fuerte el nuevo reto de este año y algunos clásicos contemporáneos que tenía en la lista de pendientes desde hace mucho tiempo...

Nº 1: Mystic River (2003)

Por fin, después de muchos intentos fallidos, pude disfrutar de esta película, cuyo argumento desconocía (me recomendaron en su día que la viera sin saber nada) y que está firmada por el maestro Clint Eastwood.

Poco he visto del cine dirigido por Eastwood, pero aún así hay dos cosas que se reconocen enseguida: el estilo, su gran labor como director (y actor) y la crudeza de sus argumentos, siendo capaz de realizar grandes dramas sin recurrir a topicazos, de una forma cercana y a su vez clásica.

Eastwood, nos trajo en su día con Mystic River, un thriller con sabor añejo en el que todo se va tornando más y más complejo, con unos personajes que van evolucionando al ritmo de la historia y contado todo con un pulso y ritmo que ya quisieran mucho, capaz de hacer que las casi dos horas y media que dura la cinta, se pasen volando gracias a la sensación de desasosiego y el interés que genera la cinta en el espectador haciéndole partícipe de la historia dando pocas pistas de lo ocurrido hasta llegar a un clímax redondo, de los que no se olvidan.

La espera mereció la pena y pude disfrutar de una primera película del año magistral. Toda una lección de hacer buen cine tanto en dirección como en interpretación (todo el reparto está a la altura aunque destacan obviamente los ganadores del Óscar, Sean Penn (mejor actor) y Tim Robbins (mejor secundario).

10/10.


Después de ir a casa a comer, tocaba el segundo asalto en el trabajo. Una tarde que se preveía más aburrida que la mañana (la cual fue amenizada en gran medida con la película comentada anteriormente) aunque, todo sea dicho, la afrontaba con menos énfasis y más cansancio dado el día tan poco productivo que estaba teniendo. Así pues, tras poner a cargar un poco el Ipod y leer algo, me dispuse a ir a por la segunda del día.


Nº2: El Jardinero Fiel (The Constant Gardener) (2005)

Otra película que tenía pendiente de ver y que en su día me recomendaron también encarecidamente.

Estaba algo receloso de verla pues, en un principio, pensaba que se trataba de un drama puro y duro con romance de por medio... y nada más lejos.

Si bien, el Jardinero Fiel cuenta una bonita y fugaz historia de amor, motor principal de la trama por cierto, la realidad es otra y es que, siendo una película de Fernando Meirelles, era de extrañar que fuera romántica.

El Jardinero Fiel es un thriller político puro y duro, que cuenta las cruda realidad que se da en África, y pone en el punto de mira la industria farmacéutica y las atrocidades que pueden llegar a cometer por ganar más y más dinero, aprovechándose de la situación de los países pobres, quienes no tienen acceso a medicamentos y son tratados, prácticamente, como pobres conejillos de indias...

Sin embargo, peca de un ritmo demasiado lento para mi gusto y eso la convierte en una buena película pero no notable (a título personal, por supuesto) pues pese a contar con un montaje que le da un ritmo bastante bueno (el uso de flashbacks siempre funciona) se va desinflando a medida que avanza la trama haciendo, en mi caso, que perdiera bastante el interés por la misma y sus personajes, con los que por cierto, no llegué a empatizar en ningún momento.

Pese a ser una buena película no me terminó de gustar y debo decir que la vi por orgullo y porque no me gusta dejar las películas a medias, aunque si hubiera tenido otra cosa a mano igual la hubiera dejado en mi lista de películas pendientes.

Así pues, en mi caso, para ver una vez y seguramente directa al olvido, pues creo que podría haber sido bastante más de lo que es.

Buenas interpretaciones y buena fotografía no son nada si no llega a transmitir nada la historia.

6/10


Y nos dieron las 22 y salí del trabajo dispuesto a echar unas cervezas que ya apetecía. Tras una llamada a Noe, que se apunta a un bombardeo y unas cañas y sus respectivas tapas, acabamos todos los que estábamos en casa de la susodicha para ver una película. Ibamos a por el Hat Trick, así que tras pasar por casa de Eva a entregarle su nuevo móvil, nos pusimos al lío.



Nº 3: Philip Morris, ¡Te Quiero! (I Love You Philip Morris!) (2010)

Creo que de todos es sabido que Jim Carrey me parece uno de los mejores actores que hay actualmente, capaz de cambiar de registro como quien cambia de camisa y que lo mismo le da realizar cine comercial puro y duro (Ace Ventura), cine indie y poco convencional (Eternal Sunshine Of Spotless Mind) o cine más serio y alejado de argumentos típicos (El Show de Truman, Número 23). Por eso, cuando me enteré de que iba a protagonizar una película de temática gay con Ewan Mc Gregor, no pude resistirme a la idea de verla.

Si bien, empecé a leer críticas muy variadas donde la ponían por las nubes o la ponían a parir, pero eso es lo bonito del cine, el subjetivismo total en el que lo que a unos les parece obra de arte, otros lo tachan de bazofia infumable.

Philip Morris, no es una excepción.

Pese a tener una temática muy arriesgada para el tipo de cine que ve el espectador medio, I Love You Philip Morris, es simplemente, una comedia romántica al uso salvo por la excepción de que sus progatonistas son dos hombres... y aderezada con una historia basada en hechos reales, que en ocasiones cuesta creer, pero que finalmente, indagas y resulta que efectivamente, existe gente que en su vida tiene el descaro suficiente como para montárselo de forma genial pese a que las consecuencias puedan ser nefastas a veces. (Un poco como en "Atrapame si puedes")

No quiero contar mucho del argumento de la cinta para no destripar la cantidad de cosas que hace el protagonista por amor, ni los múltiples gags o situaciones cómicas que se dan a lo largo de la película porque ahí reside la gracia de ésta, pero si quiero aprovechar para reivindicar, una vez más, a Jim Carrey como actor y que por fin se gane el reconocimiento que se merece, pues en esta película, una vez más, demuestra lo buen actor que es, afrontando el reto de interpretar a un homosexual de forma, si no explícita, que deja muy poco a la imaginación en ocasiones.

Toda una sorpresa que, desde luego, no dejará indiferente a nadie, perfecta para finalizar un día completo de cine.

8/10

2 comentarios:

  1. Mystic River peliculón, y con interpretaciones magistrales (sobre todo de Sean Penn). Hasta la vi en el cine! (todo un hito teniendo en cuenta lo poco que voy)

    Y el Jardinero Fiel a mi sí me gustó bastante. Es verdad que el ritmo puede ser algo lento, pero me dejó una esquirla en la patata

    ResponderEliminar
  2. Si El Jardinero Fiel no es mala ni mucho menos... pero no sé, poco a poco fue bajando el nivel y acabó por aburrirme un poco y ver en qué quedaba todo el asunto de la dichosa carta...

    Supongo que tenía las expectativas muy altas con esta película (me la habían pintado de obra maestra y tal).

    Mystic River, en cambio, no me decepcionó en absoluto.

    ResponderEliminar