El Potro Italiano

Hoy estoy con el día perro.

Después de un cumpleaños que finalizó antes de lo previsto y el mal tiempo que hacía anoche, me he tomado el domingo en plan relax total y me he quedado por la tarde en casita.

Como tenía tiempo de sobra y unas cuantas pelis pendientes de ver, de esas que tienes que ver solo porque a la gente no les llama mucho la atención, he mirado en el disco duro y me he puesto la última entrega de una de las sagas que más me gustaban cuando era pequeño: Rocky.

Nº 19. Rocky Balboa (2006)

Al igual que con la últma parte de Rambo (otra saga que marcó mi pequeña infancia), Stallone quiso darle un merecido homenaje al personaje que le llevó a lo más alto.

A diferencia del resto de entregas, Rocky Balboa es principalmente un drama en el que vemos a Rocky como una vieja gloria a la que sólo respetan los mayores y que vive de los beneficios que le aporta el restaurante italiano que regenta, mientras cuenta "batallitas" a los comensales.

En esta película, Stallone demuestra una vez más que es un actor buenísimo cuando tiene papeles que están a la altura (como en la gran Cop Land, que por cierto, tengo pendiente de terminar de ver) llegando a emocionar incluso al espectador mientras nos muestra tanto lo nostálgico que se siente tras la muerte de su mujer Adrian (quien era su máximo apoyo tanto dentro como fuera del ring) como lo preocupado que está por la relación con su hijo, el cual le odia por vivir a su sombra (Peter Petrelli en Heroes).

Rocky Balboa es pues, una bonita historia de superación personal, que nos enseña que quien no tiene nada que perder, tiene mucho que ganar.

Momentos brillantes que recuerdan muchísimo a la primera parte con ese entrenamiento subiendo las escaleras y golpeando las reses de la carnicería harán que a los fans de la saga se les dibuje una sonrisa recordando lo grande que era Rocky, mientras desean que llegue el momento del combate final para que éste de un golpe de autoridad en la mesa y demuestre lo grande que fue y que sigue siendo.

En resumen, una muy buena película que, evidentemente, gustará a los fans de la saga y el personaje pero que también puede gustar a quienes no estén familiarizados con todo lo referente a Rocky ya que como película igualmente es muy buena... aunque no entiendan el por qué de muchas cosas pues está realizada sólo para los que vieron las anteriores cinco películas.

Si no la habeis visto todavía pero os gustaron las anteriores, no perdais más tiempo y vedla sin más pretensiones que disfrutar de buen cine, con el inconfundible aroma y estilo de los ochenta.