miércoles, 28 de julio de 2010

Hasta el infinito y más allá... (y III)

NOTA: A pesar de que el domingo hubo tarde de cine en casa del Primo Raffles y debería escribir una pequeña reseña sobre la maravillosa película de Tenacious D, prefiero saltarmela para terminar este pequeño ciclo-homenaje a Pixar y la trilogía de los juguetes....

Nº 32: Toy Story 3 (2010)

Hay un grupo en el Facebook para los que no lo conozcan, que reza algo así como "quita de enmedio niño. Llevo 11 años esperando para ver Toy Story 3".

Lo cierto es que ese grupo lleva más razón que un santo, pues a pesar de que Toy Story no era de mis películas favoritas de Pixar, sí es cierto que en cuanto me enteré de que iba a salir esta tercera parte me llené de alegría y hype a partes iguales... aunque a decir verdad, eso me pasa con casi cualquier proyecto de Pixar, aunque esta ocasión era algo más especial.

Le pese a quien le pese, Toy Story es una película con la que, la mayor parte de la gente que conozco, se ha críado y quien diga que no disfrutó en su día con ella, miente.

Pues bien, tras 11 años y algunos días de espera hoy he podio ver el cierre de una de las mejores trilogías que he podido disfrutar en muchísimo tiempo.

Lo primero que me ha llamado la atención al ver Toy Story 3 es el enorme salto técnico que hay entre la primera (e incluso la segunda parte) y esta tercera parte: incluso viendola en 3D, que por culpa de las gafas siempre se pierde calidad en los colores, presenciamos un mundo lleno de detalles hasta la saciedad, pero sin perder el encanto de los juguetes, cuyo modelo no ha sido alterado en nada exceptuando esos mencionados detalles.

Una vez más, y como dije en su día con Up, Pixar lo ha vuelto a hacer y es capaz de unir en una sola película un argumento para adultos con personajes infantiles, mezclandolo con dosis de humor y aventura creando dos películas en una (con sus respectivos finales, como suele hacer siempre): una para niños y otra para no tan niños.

La verdad es que no sabría como seguir contando algo de esta película sin entrar en spoilers, pues realmente está cargada de momentos para recordar, escenas que pasarán a la historia del cine (así, sin más y no exagero), un villano que es sencillamente, uno de los "malos" con más mala leche y con más transfondo de los que recuerdo, guiños a las dos primeras películas (muchísimos además, menos mal que vi las anteriores en estos días) y, como viene siendo habitual en Pixar, su particular montaña rusa de sensaciones a la que nos han acostumbrado, haciendote pasar de la risa a la emoción en cuestión de segundos.

Así pues, como se puede intuir, Pixar pone el broche de oro a una saga que se ha convertido por méritos propios en una de las mejores trilogías del cine, llevando la historia de Woody, Buzz, Sr. y Sra. Patata y compañía a cotas más altas que en sus dos entregas ya que, en mi opinión, estamos ante la mejor película de las tres, aunque sin la magia y el encanto de su primera parte, que es la original y a la que hay que agradecer que haya podido ver una película tan fantástica como es Toy Story 3.

Por último sólo puedo decir una cosa: Gracias Pixar por hacer las películas que haces... y por supuesto y obviamente, id a verla al cine y disfrutad como niños.... yo lo he hecho.

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